La fiesta empezó con una actuación del coro del Centro, a continuación los alumnos hicierón un pequeño recordatorio de las experiencias “sufridas” de paso por el centro. La fiesta terminó con la felicitación del Director y con un pequeño ágape en los jardines del centro. | |||
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Abrir un bar en España implica mucho más que elegir una buena ubicación y diseñar una carta atractiva. El cumplimiento de la normativa y la obtención de licencias necesarias para abrir un bar son pasos esenciales para que el negocio funcione de manera legal y segura. La tramitación correcta de estas autorizaciones no solo evita sanciones, sino que también garantiza que el establecimiento cumpla con los estándares de seguridad, higiene y calidad que exige la ley.
En el sector de la hostelería existen diferentes licencias necesarias para abrir un bar según la naturaleza del negocio. Antes de iniciar el proceso de apertura, es fundamental identificar cuál es la categoría que mejor describe su actividad:
Licencia de restaurante: Necesaria si el negocio se centra en ofrecer comidas completas, con cocina equipada, comedor habilitado y cumplimiento de normas de manipulación de alimentos.
Licencia de bar: Aplicable a establecimientos cuya actividad principal es servir bebidas y, en algunos casos, comidas rápidas o tapas.
Licencia de cafetería: Destinada a locales enfocados en el servicio de café, infusiones, repostería y bocadillos.
Licencias mixtas: Para negocios que combinan diferentes modalidades, como bares con servicio de restauración menor o música en vivo.
Cada licencia implica requisitos técnicos, de seguridad y de higiene específicos, por lo que contar con el asesoramiento de un técnico especializado agiliza el proceso y reduce el riesgo de errores.
El proceso para obtener las licencias necesarias para abrir un bar varía en función del municipio y la comunidad autónoma, pero generalmente incluye:
Comprobación urbanística: Asegurarse de que el local cumple con los requisitos de uso establecidos por el Plan General de Ordenación Urbana.
Proyecto técnico: Elaborado por un ingeniero o arquitecto, detalla la distribución del local, instalaciones y medidas de seguridad.
Presentación ante el ayuntamiento: El expediente debe entregarse en el registro municipal para su revisión y aprobación.
Inspección técnica: Personal municipal o autorizado verifica que el establecimiento cumple con la normativa antes de conceder la licencia.
Alta en el registro correspondiente: Una vez aprobada la licencia, el negocio debe inscribirse en el registro de actividades y empresas turísticas si aplica.
Es importante recordar que, además de la licencia de actividad, puede ser necesario tramitar permisos adicionales como licencia de terraza, autorización para música en vivo o licencias para venta de alcohol.
En Sevilla, abrir un bar requiere cumplir con una normativa municipal específica que regula aspectos como la insonorización, el horario de apertura y el uso del espacio público. La licencia de apertura es gestionada por el Ayuntamiento de Sevilla y exige la presentación de un proyecto técnico que acredite que el local cumple con las condiciones de salubridad, seguridad y accesibilidad.
Además, en un bar sevillano es habitual que se solicite autorización para instalar veladores en la vía pública, lo que implica cumplir con medidas sobre ocupación de espacio, mobiliario homologado y horarios establecidos. También se debe considerar la regulación sobre emisiones acústicas, ya que la normativa es estricta en cuanto al control de ruido en zonas residenciales.
Cumplir con estos requisitos no solo es una obligación legal, sino una garantía de convivencia y calidad de servicio en un entorno tan competitivo como el de la hostelería sevillana.
Dependiendo del enfoque del negocio, el ayuntamiento puede exigir licencias específicas:
Bar con restauración menor: Permite servir bebidas y tapas sin necesidad de cocina completa.
Bar con comida rápida: Autoriza la preparación y venta de hamburguesas, pizzas y otros platos rápidos.
Bar-cafetería: Enfocado en bebidas calientes, bollería y bocadillos.
Bar-restaurante: Requiere cocina completa, extracción de humos y servicio de comidas y cenas.
En todos los casos, la normativa exige que el local disponga de salidas de emergencia, extintores homologados, aseos adaptados y sistemas de ventilación adecuados.
El proyecto técnico es el documento clave que respalda la solicitud de licencia. Este debe incluir planos, memoria descriptiva, cálculos de aforo, medidas de seguridad contra incendios y certificaciones de instalaciones eléctricas y de gas.
Un error frecuente es iniciar reformas o adaptar el local sin verificar si las obras cumplen la normativa, lo que puede derivar en sanciones o en la obligación de rehacer parte de la instalación. Contar con un profesional colegiado evita retrasos y garantiza que todo esté en orden desde el inicio.
Además de la licencia de actividad, un bar puede requerir:
Licencia de terraza o veladores.
Permiso para espectáculos o música en vivo.
Licencia para venta de alcohol.
Autorizaciones sanitarias para manipulación y almacenamiento de alimentos.
Estos permisos adicionales dependen de la actividad que se desarrolle y de la ubicación del local, siendo especialmente importantes en zonas históricas o con alto valor patrimonial.
Verificar la compatibilidad urbanística antes de alquilar o comprar el local.
Solicitar asesoramiento técnico desde el primer momento.
Reunir toda la documentación antes de iniciar el trámite.
Cumplir rigurosamente con las medidas de higiene y seguridad exigidas.
Mantener comunicación constante con el ayuntamiento para conocer el estado del expediente.
La apertura de un bar es un proyecto ilusionante, pero también un proceso que requiere planificación, inversión y cumplimiento normativo. Seguir cada paso correctamente es la mejor garantía de que el negocio podrá funcionar sin contratiempos y ofrecer a los clientes un servicio de calidad.